26/3/13



No hay lugares feos o bonitos,
lo que sí hay,
son miradas que te llenan (más o menos).
Miradas de amor.
Quiero decir, miradas que te hacen el amor.
Y, cuando unes unos ojos bonitos
con un lugar feo:
el lugar se torna del color de un corazón.

A día de hoy, no sabes las ganas que tengo de
acariciarte los amaneceres.
Iluminarte creyéndome el Sol entre las rendijas de
tus persianas, desperezándote
esas legañas, los sueños de anoche.
Rayos de luz en tus mejillas,
tus ojos me miran entreabiertos, y
susurras en bajito, al oído, un simple:
"Buenos días, bonita."

Y, entonces, esta niña de 22 años se hace
más pequeña,
remolonea en tu espalda, y te contesta con un:
"Quiero despertar contigo el mundo entero, corazón."

Vámonos a amanecer a todas las ciudades del mundo con tu sonrisa y las ganas de vivir.

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