14/12/14


¿Qué hacemos cuando nos desorientamos?, sin brújula ni Sol. No hay árboles, ni musgo, ni sombras, ni tan siquiera aire. Qué hacemos cuando nos perdemos.

Me he visto en otro cuerpo

y he sido menos feliz

sin ti.


Me duelen los ojos de no verte

y cuando te miro siento rabia

sin ti.


Me rompo en cada mes

y no sé dónde dejo las piezas

sin ti.


Me desvivo por vivir

y me desvisto en Luna creciente

sin ti.



He mirado al pasado y me he visto cobarde, con lágrimas en las manos y mirada vacía. Hoy sé que rendirme no es mi sangre y que por mucho que me equivoque, saldré adelante con las personas que quieran no perderse el final de mi historia. Asumiré los que dejen la temporada a medias y ni visionado directo ni descarga. He visto a un niño pedir en la calle, a un padre de familia arrodillarse ante muchas personas, a un perro ser fiel al hombre, a un anciano abrazarse a su mujer. Y he llorado. Y he sentido la magia de sentir que las personas humanas están ahí fuera. Somos dueños de nuestra vida hasta que el poder nos permite. Y si no, luchamos. Hay gente en la calle sin ganas, cansada de su vida, de pelear por lo que una vez tuvo o nunca tendrá. Son valientes sin capa ni mallas de súper héroes. Pero los más valientes que he conocido nunca.

3/12/14


Traspasar la delgada línea de un "ni contigo, ni sin ti" y quedarnos al lado de alguien o de nadie. Qué difícil es sentir la incomprensión y qué fácil parece deshacernos de lo negativo. Sólo que las apariencias engañan, como una buena portada que en realidad es un libro cargado de nimiedades. O una portada de mierda que te despierta al monstruo que llevas dentro, para bien o para mal. Las portadas, como la vida, a veces no son lo que parecen y hay que leer más en profundidad.