De esas veces en las que las líneas de la vida se tuercen, no colisionan, sólo se tuercen y nadie las entiende. Comprender es algo único que cada persona hace a su manera; a la que su vida, interpretada por ella misma, le ha enseñado.
Y, es mejor no quejarse ni en voz alta ni demasiado, por si acaso viene algo más y no es bueno. Aunque como alguien dijo una vez, "todo ocurre por algo".
No escribo por no sangrar; escribo para ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario